martes, 14 de agosto de 2018




RANKU II   LA ISLA DE LOS CANÍBALES


Capítulo I
            La  Transición
Regresaron todos contentos y felices a casa de Angong.
Después de haber encontrado una casa tan hermosa para los padres de Ranku, Muy y Anhu, cuando divisaron a Malai, la Maestra qué reclutó a los niños, con Rasu su tutor esperándolos. ¬ Maestra Malai ¿A que debemos el honor de su visita? Dijo Angong la madre de Sunan, con una caravana. Ella se la devolvió y se dirigió a los demás, que correspondieron.
¬No quería que se fueran sin saber, que mañana saldrán los niños acompañados de Rasu, serán doce alumnos, cinco tutores, cuatro maestros y la tripulación del Barco,  en un viaje por mar, dónde serán necesarias sus habilidades. ¬ No son muy chicos para eso, dijo Wattana la madre de Aya angustiada.¬ ¿De cuánto tiempo hablamos? maestra Malai, dijo Muy.         ¬ Esperamos que sea por 20 o 30 días. E irían con  marineros de armas y El Capitán Garona, que creo que usted lo conoce Sargento Muy. ¬ Si claro, eso me da confianza, es un hombre recio y justo. ¬ ¿Y cuál es el motivo del viaje? Dijo Wu el padre de Aya, con la voz calmada. ¬ Primero que nada es ejercitarse y aprender en la vida del mar y el segundo es confidencial, una vez que se confirme, todos tendrán la libertad de comentarlo con ustedes o no, todo depende.                               
      ¬ Agradecemos su sinceridad Maestra, no gusta un té o algo de cenar, ¬ Se los agradezco, pero debo estar en las casas de los demás reclutados, les hizo una caravana y  agregó.¬ Rasu les dirá horario, vestimenta y equipo que deberán llevar y el que la escuela les proporcionara. – Mañana saldrán casi juntos Sargento Muy, pero en sentido contrario. Ustedes al norte y nuestro barco al sur. Muy interesante pensó Muy, en sentido contrario no hay islas habitadas o eso creíamos.
                    Todos se metieron a medio cenar, ya que casi todos  habían comido antojitos y dulces, mientras los niños hablaban emocionados del viaje los padres lo hacían con preocupación.
Les voy a preparar comida de reserva, nunca saben lo que va a pasar dijo Angong, ¬muy bien pensado dijo Muy, -Anhu tu ayudale, que hagan raciones como me las haces a mí. ¬Me parece muy bien y las tres mujeres se dirigieron a la cocina.
Muy y Wu se quedaron con los niños.¬ Oigan niños, hasta donde yo sé, no hay islas habitadas hacia el sur, Timur es la Capital y hasta aquí se quedaron los últimos sobrevivientes, se hicieron muchas expediciones hacia los cuatro puntos cardinales y solamente hasta las Provincias Zelandesas se encontraron habitantes organizados. Dijo Muy.¬ Si y en el norte. Yala nuestra Provincia también fue la última población organizada, ya que nosotros habíamos integrado a las últimas poblaciones aisladas del norte. Agrego Wu
¬Y eso significa ¿qué? Dijo Sunan. ¬ Muy le despeinó la cabeza y le dijo¬ Que seguramente este es un viaje de chequeo de alguna noticia  o actividad al sur o búsqueda peligrosa, que requiere las habilidades que usaron en El   Hormiguero.
            ¬ ¡Qué emoción dijo Sunan! Vamos a lo desconocido, ¬ Shhhh. Le dijo Muy para que bajara la voz, yo los entiendo, que sea excitante ese viaje, pero es más importante el aquí y el ahora, - recuérdenlo siempre alertas y adelantándose a los acontecimientos, si ven peligro se ponen a salvo y según vean la situación, deciden que hacer, ya sabemos que ustedes juntos tienen muchas habilidades, pero eso no les garantiza la vida, una fecha perdida, un puñal, una caída al agua.
                   Los comentarios de Muy los hicieron pensar y cada uno asimiló la información de manera diferente.
                    Aya dijo¬ Ya me dio miedo. ¬ Qué te dije Aya, Dijo Ranku    ¬ tú eres la persona más poderosa que conozco, sin ti no hubiéramos hecho ni la mitad de las cosas. ¬ Si eso dices pero todavía no me convenzo, Sunan dijo ¬ Recuerden lo que dijo La Maestra Malai los tres juntos somos más fuertes que nadie.
¬Por eso deben ser siempre los que estén libres y en mejor posición, para ayudar a los demás lo mejor posible, dijo Muy. ¬Bueno vayan a preparar sus cosas con Rasu. ¬ Por cierto Rasu, ¿tú vas al viaje? ¬ Sí, como tutor y por si alguien de los elegidos no pudiera ir. Asumiría sus deberes   ¬ ¿Y hacen muchos viajes?   ¬ Si, yo he hecho 5, uno por cada año, ya el próximo año me deben ascender si no, me toca La Biblioteca.¬ Y, que hacen normalmente en estos viajes, insistió Muy.
             ¬Generalmente buscamos islas, habitantes, evaluamos la fauna y la flora de esas islas y hacemos ejercicios de defensa y ataque. ¬Y eso porqué, dijo Muy. ¬ Por lo del último viaje y el asunto de los piratas, el Rector Guindaho les llamó la atención a todos los tripulantes, sobre todo después de que los niños salvaron el barco y ayudaron a capturarlos y salvar a la Maestra Malai.¬ Si, me imagino, respondió Muy.
            ¬ Vayan pues a hacer su petate con lo que necesitan, Rasu los debe asesorar y no olviden sus figuras doradas. Rasu dijo,      ¬ No se preocupe Sargento. Yo les diré lo que deben llevar y lo que no. ¬ Muchas gracias Rasu dijo Wu el padre de Aya.
            Cuando salieron Rasu y los niños, Muy y Wu se quedaron hablando en voz baja, ¬Esto me da mala espina, que sea un viaje confidencial y que tengan que ir los niños, sin preparación marítima, dijo Muy, ¬ Pues entonces es bueno que vayan en un viaje de preparación, dijo Wu. ¬ Tal vez tengas razón, además se pueden cuidar mejor que nosotros, le dijo bajando más la voz, cuando los llevé a hacer el mapa y los había encaminado. Unos bandidos me atacaron con katanas y solo traía mi bastón, me las estaba viendo muy difícil, porque no eran inexpertos. ¬ Y ¿qué pasó? Pregunto Wu ansioso.   ¬ Pues los niños al oír los golpes y las espadas se regresaron y en lo que te lo cuento los bandidos ya estaban noqueados y amarrados y a los niños ni siquiera los vieron.    ¬ Que bueno dijo Wu, ya me preocupa que sean tan conocidos, por eso nos alegramos de que se puedan quedar tú y Anhu, tendremos más pretextos para venir y más lugar para traer a los hijos de vez en cuando. ¬ Así lo pensé yo. Y se hizo el silencio cuando entraron las señoras con las raciones de los niños y una bolsa de golosinas para Rasu. ¬ Muchas gracias dijo el muchacho, no se hubieran molestado, mi mamá también me hace comida, ¬ pero no como esta, dura mucho y no se endurece y repone las energías.                       
                ¬ Muchas gracias, ya tienen sus petates y cosas listas, es un alivio que no sean de familias de aquí, por lo general tienen tantas cosas que quieren llevar, medicinas, juegos, comida como si no les fueran a dar en el barco. Dijo Rasu¬ La vida en la ciudad corrompe dijo Muy, se compra más y se camina menos. ¬Así es señor, cuando me eligieron a mí, veníamos con una mano adelante y otra atrás, como dicen en mi pueblo. ¬ Y ¿Cuál es tu pueblo? Preguntó Wu. ¬ Somos de la Provincia de Lampang, de un pueblito llamado Lino Hagar.
              ¬Pues somos casi de la misma zona muy cerca de Lampang, de Odec Lesar, de dónde vivimos nosotros hacemos 10 horas caminando y 2 a caballo dijo Muy. ¬ La mayoría de los que estudian en La Gran Biblioteca son de esa zona. Dijo Rasu.     ¬ Y ¿cómo cuantos son la mayoría? Pregunto Wu ¬ Casi 150 alumnos de todas edades y como 30 maestros y muchos más en otros puestos. Dijo Rasu  ¬ Y ¿saben que es lo que causa esto? Preguntó Wu.             
            ¬ El Don. ¬ Y, ¿porque hay tantos con el Don en la zona? ¬ Hay muchas teorías dijo Rasu, desde la gran cantidad de cuevas, grutas y cavernas que permitieron subsistir en mejores condiciones que en las demás provincias. Otras como mi mamá dicen que la cantidad de cavernas con figuras de Buda principalmente y otros como los Maestros de la Biblioteca creen que fueron elegidos.
  ¬Bueno ya tendremos tiempo de platicar más del asunto y que tu madre se una a la conversación, los niños la aprecian como a ti. Dijo Muy. Rasu se levantó y dijo, ¬se supone que yo voy a cuidar a sus hijos, pero creo que será al revés. No le temen a nada ni a nadie y sacan habilidades que ni ellos mismos sabían que las tenían. ¬ Se algo al respecto Rasu, pero cuídalos de sí mismos y su falta de temor. ¬ Así lo haré e hizo una caravana a los señores y fue a la cocina a despedirse y agradecer a las señoras. ¬ Por favor díganle a sus hijos que pasaremos a las 7 en punto por ellos. ¬Gracias, te los encargamos dijo Wattana la madre de Aya.

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